El pequeño falleció en el hospital de Can Misses poco después de quedar ingresado.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa investiga si el hecho de que dos niños se quemaran recientemente jugando con alcohol el mismo día -uno de ellos falleció- es una casualidad fatal o si por el contrario podría responder a una actitud motivada por algún programa emitido por televisión. Ni los investigadores ni los médicos que atendieron a los dos niños en el hospital de Can Misses tienen constancia de que fuera así y por tanto, por el momento, hay que atribuir al azar que los accidentes ocurrieran el mismo día.

Estaba jugando en su casa del municipio de Sant Josep con una botella de alcohol, un mechero y unos rotuladores que al parecer pretendía rellenar. Junto a él se encontraba otro menor que no sufrió quemaduras. La madre intentó con toallas apagar el fuego que prendió en las ropas del niño, pero también las toallas comenzaron a arder.

Los resultados de la autopsia al cuerpo del niño de 12 años atribuyen la muerte a la gravedad de las quemaduras y no a la asfixia, como informaron en un primer momento en Can Misses. El pequeño murió en el hospital poco después de quedar ingresado. Antes había sido tratado en el Centro de Salud de Sant Antoni, donde fue llevado por su familia.

Hasta que no metió al pequeño en la bañera no consiguió apagar las llamas. Esto ocurrió a mediodía del pasado domingo 27 de noviembre. Ese mismo día, a las siete de la tarde, otro niño, éste de diez años de edad, fue ingresado en el hospital de Can Misses con quemaduras producidas por la combustión de alcohol. En este caso las quemaduras no revestían gravedad y el niño no sufrió daños de consideración, pero el hecho puso en alerta a la Policía Judicial, que considera una gran casualidad que en el mismo día se produzcan dos accidentes tan parecidos.