Los hechos que se dirimieron ayer ocurrieron en junio en la zona de puestos de venta del Puerto de Eivissa.

Aunque el abogado denunciado intentó conseguir la suspensión del juicio, no lo logró, y ayer quedó visto para sentencia este caso de denuncias cruzadas en el que un vendedor argentino que trabaja desde hace más de 20 años en el Puerto de Eivissa acusa a un abogado -y a otro hombre que no compareció- de escupir en su expositor, agredirle y llamarle «sudaca de mierda».

Por su parte, el abogado, que se defendió a sí mismo en el juicio actuando de esta forma como defensor y acusado, ha denunciado al vendedor por una supuesta agresión por la espalda que, según dijo al juez, le ha causado una lesión en el cuello que le produce dolor al trabajar y por la que solicita al argentino una indemnización de 12.000 euros.

La abogada del vendedor pide tan sólo una indemnización para el abogado por los desperfectos causados en su puesto de venta, una cantidad que no llega a los mil euros. La fiscal, por su parte, pide para el abogado una multa similar a la que demanda el vendedor.

Los hechos ocurrieron en el Puerto de Eivissa en junio pasado después de las dos de la madrugada. Según el vendedor, el abogado acusado y varios compañeros suyos transitaban por la zona y vio como el letrado escupía sobre su expositor. Al parecer, según dijo el vendedor, el abogado pensó que no había sido observado. Cuando, empleando un tono vehemente, el vendedor pidió explicaciones al abogado, siempre según el relato ofrecido ayer al juez por el argentino, éste y un amigo suyo que también fue denunciado le agredieron y, además, causaron durante la refriega desperfectos en el puesto de venta. El vendedor añadió que el abogado, además, le insultó llamándole «sudaca de mierda».

El relato del abogado, que hizo notar al juez que es, supuestamente, funcionario del Ministerio de Educación, fue muy distinto. Dijo al presidente de la sala que el vendedor se dirigió a ellos para ofrecerles entradas con descuentos a clubs de la isla, algunos con chicas que hacen streap-tease, señaló, y que, como no le hicieron caso, el vendedor «se ofendió» y les increpó, diciéndoles que tal vez les interesaran otro tipo de clubs, estos con hombres en lugar de con mujeres, abundó el letrado acusado. Después, apuntó el abogado en su relato al juez, el vendedor les agredió y acabó en el suelo junto con el compañero del letrado también denunciado y que ayer no compareció, pese a lo cual se celebró la vista. El abogado juzgado añadió que el vendedor se acercó a la terraza de un bar a por un taburete de madera para golpearles a él y su compañero.