Un millón de euros y todo lo necesario para elaborar la cocaína, expuesto ayer en la Comisaría. Foto: GERMÁN G. LAMA

El laboratorio para el tratamiento de cocaína que la policía desarticuló esta semana en la Avenida 8 d'Agost estaba funcionando desde hace más de un año, tal vez año y medio, confirmó ayer el inspector jefe de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa, Juan José Ferrer.

Este laboratorio era uno de los locales desde los que operaba la red internacional de narcotráfico cuyos cabecillas han sido arrestados recientemente en Eivissa por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional. Los responsables policiales conocían de su existencia desde hace meses, según el comisario accidental de Eivissa, Rogelio Sales. No es posible, según los expertos, calcular la cantidad de cocaína que se habrá elaborado en esta laboratorio.

Tres de los cinco detenidos en Eivissa como responsables de esta importante red de narcotráfico fueron conducidos ayer desde la Comisaría de Eivissa, donde permanecían recluidos desde su captura, a Madrid. Allí prestarán declaración en la Audiencia Nacional, que después tramitará su extradición a Italia, donde serán juzgados, ya que sobre los tres pesa una orden de captura europea solicitada por este país. Se trata de los italianos Paolo Tarantino, Teodoro di Lorenzo y Moran Ulivieri. Éste último, hijo de la condesa Pinin Garavaglia de Milán, está considerado uno de los jefes de la red. Su hermano Bernardino, también supuestamente implicado, fue arrestado en Italia. Dos de estos tres italianos residían en Eivissa desde hace varios años, confirmó la policía.

Otro de los detenidos en Eivissa, el argentino Diego Emilio Corso, responderá ante la Justicia en Eivissa por un presunto delito de narcotráfico. Ayer fue puesto a disposición judicial y el juez ordenó su ingreso en prisión preventiva. Corso está reclamado en su país, según la prensa argentina, para cumplir una pena de prisión superior a 20 años por un delito de sangre. El quinto detenido en la isla, el uruguayo Mauro Villaruso, fue arrestado hace dos meses y permanece encarcelado con carácter preventivo a la espera de juicio, que previsiblemente se realizará en Eivissa.

La policía realizó en Eivissa doce registros, once en viviendas y uno en un barco.

Esta operación comenzó en Italia hace tres años, explicó Juan Rueda, jefe inspector jefe la UDYCO. En Eivissa, donde han trabajado 20 agentes en esta operación, el trabajo ha durado año y medio y aún no ha concluido, ya que no se descartan más detenciones. En total, en Italia, España, Argentina y Francia han sido detenidas 60 personas, 20 de ellas en Italia, país en el que se hicieron 25 registros. En Francia se practicaron dos detenciones y en el caso de Argentina la policía española no tiene constancia. Además, las policías de estos cuatro países se han incautado en estos países de 1.500 kilos de cocaína y 1.500 pastillas de éxtasis. Al parecer, el presunto cabecilla, Moran Ulivieri, poseía numerosas propiedades y al menos un bar en la isla, propiedades que ahora han sido confiscadas, al igual que un barco de trece metros de eslora también de su propiedad que tenía su amarre en el puerto de Ibiza Nueva. Estas propiedades saldrán a subasta pública en el caso de que se demuestre la culpabilidad del acusado.