Una vecina de Sant Antoni de 52 años anunció ayer su intención de sumarse al grupo de 400 mujeres que, a través de un gabinete de abogados de Sevilla, va a demandar a los laboratorios que fabricaban Agreal. Dicho medicamento fue prohibido el pasado 20 de mayo después de que se comprobara que podía tener como efectos secundarios trastornos que derivan en depresiones, ansiedad y ataques de pánico. La nueva afectada que ha salido a la luz, que se suma a otras dos mujeres de Eivissa, explicó que tomó el medicamento durante dos años. Sus depresiones y ataques de pánico coincidieron con la muerte de dos familiares próximos. «Entonces creí que mi estado podía ser por esto, pero ahora creo que fue el Agreal», dijo.