El puerto de Sant Antoni contará a partir de la próxima temporada con un sistema de control total de identificación de todos los pasajeros que lleguen a isla por este punto, por lo que, en los próximos meses, tendrá que adaptar sus instalaciones, informaron fuentes policiales. Ayer se celebró el Palma una reunión de la Junta de Seguridad de Puertos de Balears en la que se abordó la forma de adaptar el puerto de Sant Antoni a las nuevas disposiciones dictadas por Bruselas, que exigen la identificación de todos los pasajeros que lleguen en barco desde distancias inferiores a 40 millas, lo que exime a los viajeros que vengan desde Formentera, pero no a los que lo hacen desde la Península o Mallorca.

Para poder cumplir con la nueva normativa europea, el puerto de Sant Antoni, cuya gestión a diferencia del de Eivissa depende de la Conselleria de Transports del Govern balear, tendrá que adaptar sus instalaciones. Una de las soluciones que se plantea es similar a la que ya se adoptó en el puerto de Eivissa, y que se encontró con la oposición de algunos vecinos y de los comerciantes de la zona. Es decir, en el puerto de Sant Antoni se levantará una valla que cerrará la explanada donde atracan los barcos y todo el perímetro hasta la puerta de entrada a la Estación Marítima, todo ello instalado para que el tráfico rodado pueda ser accesible al público.