El juzgado de Instrucción número 3 resolvió con una sentencia de conformidad la agresión que sufrió el pasado miércoles un vigilante de los juzgados de Eivissa que fue abordado y acuchillado en una mano por un antiguo trabajador de una empresa de seguridad en la que ambos estaban.

El acusado, que como ya se informó fue reducido por la víctima y detenido por la policía, ha sido condenado a abonar una multa de 300 euros por tres faltas de lesiones y a cuatro meses de prisión por resistirse a los agentes que intervinieron al intentar calmarle. Además, tendrá que pagar una indemnización de 1.050 euros al vigilante herido y 240 euros a dos policías que también salieron magullados. El sospechoso intentó contactar primero con la víctima y al no hallarlo en su domicilio le mandó un mensaje de voz a su teléfono que recogía lo siguiente: «Voy a por tí. Te vas a enterar».

Quince minutos después se presentó en los juzgados acompañado de su hermano. Éste no atendió a ninguna razón cuando su ex compañero le explicó que los problemas económicos que tuviera con la empresa y el pago del finiquito que le correspondía por su trabajo (una cantidad no muy elevada) lo tenía que tramitar directamente con la persona que se encargaba de esos asuntos y no con él. De súbito, se abalanzó sobre el vigilante y comenzó a agredirle. En la refriega, se echó la mano a uno de los bolsillos traseros del pantalón y sacó un cuchillo que intentó clavar a la víctima.

Ésta, durante el lance, pudo zafarse del ataque y esposar al sospechoso. Sin embargo, no pudo evitar que en la refriega que la hoja de la navaja le rozara en la mano, ocasionándole un corte de dos centímetros y medio en la base de un dedo. Varios policías, que en ese momento se hallaban realizando la custodia de detenidos en los calabozos, acudieron en ayuda del vigilante al escuchar sus gritos. La policía detuvo a los dos hermanos, que anteayer pasaron a disposición judicial. El agresor pidió perdón en el juzgado por lo sucedido.