El caso se halla en los juzgados de Eivissa desde hace cinco años, fecha en que se detuvo a los acusados.

Las escuchas que están siendo motivo de investigación fueron efectuadas por la propia Guardia Civil cuando agentes de asuntos internos seguían la pista de un supuesto entramado de escoltas, protección y extorsiones que, como ya se informó en su día, culminó hace cuatro años con la detención de dos agentes del instituto armado destinados en Eivissa y de dos civiles que habían estado ligados a la Armada. Uno de los guardias y uno de los civiles ingresaron en prisión. Se dio la circunstancia añadida que entre los civiles apresados había uno de los testigos protegidos del caso Lasa-Zabala.

El juzgado al que compete el caso se halla aún a la espera de recibir el resultado de unas pruebas periciales complejas que se pidieron para esclarecer por completo la identidad de distintas personas -entre ellos supuestamente la de los sospechosos- que figuraron en las grabaciones realizadas por la propia Guardia Civil. Según ha trascendido ahora, en ellas había conversaciones con abogados de Madrid en donde se negociaban los 'servicios' de una trama que según las pruebas aportadas por el instituto armado estaban aparejadas a las actividades de una supuesta firma de seguridad que atendía al nombre de ATISS. Entre estas llamadas existían, al parecer, conversaciones con abogados sobre un 'narco' de Balears al que se le pedían diez millones de pesetas para 'mover hilos' y poder suspender una sentencia del Tribunal Supremo.

El caso, que puede acabar ante un Jurado, se complicó aún más al discernirse que podía haber revelación de secretos del Estado ya que uno de los guardias fue presumiblemente utilizado por su compañero para que le consiguiera información privilegiada.