El juez Juan Carlos Torres, ayer de guardia, ha abierto diligencias previas para intentar aclarar si cuatro personas, que fueron detenidas por la Guardia Civil de Sant Antoni después de una denuncia por un supuesto robo con intimidación, asaltaron y amedrentaron en un domicilio del municipio de Sant Josep a una pareja a la que, según éstos, los sospechosos arrebataron cerca de mil euros.

Estas cuatro personas, dos mujeres de nacionalidad polaca, acompañados de dos hombres de raza árabe, aseguraron en el juzgado que, lejos de ello, sólo fueron a la casa a recuperar lo que era suyo después de que se hubiera conminado a las chicas a prostituirse frente a su voluntad.

Las múltiples contradicciones detectadas entre unos y otros motivaron que el juzgado decidiera poner en libertad provisional a los sospechosos y tomar declaración en los próximos días al denunciante, un hombre también de nacionalidad polaca. Marlena C.S., de 20 años, y su amiga Renata Teresa, de 23, afirmaron que pidieron ayuda a Abdellhakin Z. y Benassar I., de 26 y 24 años, para que les acompañaran a su antiguo domicilio.

Todo ello con el fin de poder recuperar distintos objetos y, al parecer también documentación y dinero, que les quitaron a las mujeres después de que se negaran a acudir a trabajar a un conocido local de alterne de la localidad de Sant Antoni. Al parecer, al menos uno de los hombres que prestó ayuda a las chicas trabaja como miembro del equipo de seguridad de una discoteca de la isla. Dicho domicilio se encuentra ubicado en los apartamentos Pimar, próximos a la bahía de Portmany.

Durante sus declaraciones, las dos chicas hicieron hincapié en que vinieron a Eivissa dispuestas a trabajar como camareras en un bar sin saber que ello guardaba relación alguna con actividades de prostitución.

Al no llegar a un acuerdo con su compatriota, se produjeron momentos de tensión que provocaron el enfrentamiento entre las dos partes. El denunciante, sin embargo, se presentó en el puesto de la Guardia Civil para comunicar que los cuatro acusados se habían presentado en su casa y, sin que mediara arma alguna, apoderarse de un dinero que no les correspondía.