El incidente con el helicóptero fue sólo parte del caos que
llevó al alcalde, Ray Nagin, a decretar la ley marcial y ordenar a
la policía que renuncie a las tareas de búsqueda y rescate, para
concentrarse en evitar los saqueos y la violencia.
La senadora Mary Landrieu, por su parte, afirmó que miles de
personas murieron a causa del huracán Katrina, que el pasado lunes
azotó la costa estadounidense en el Golfo de México. «Tenemos
entendido que hay miles de muertos«, dijo Landrieu, senadora
demócrata por Luisiana, en una conferencia de prensa en la capital
de este estado sureño. Las autoridades se han negado a brindar un
balance siquiera provisorio de muertos por el huracán, y solo hay
110 muertos confirmados en Mississipi.
Varios grupos de damnificados alojados en el «Superdome»
incendiaron neumáticos en las terrazas próximas en medio de
continuos incidentes entre ellos mismos.
Las condiciones se han deteriorado gravemente en las últimas
horas dentro del «Superdome», con capacidad para 77.000 personas, y
que había sido designado como el refugio más seguro de la ciudad
cuando el huracán «Katrina» se aproximó a Nueva Orleans el lunes
con vientos de 240 kilómetros por hora. La evacuación de los
damnificados del «Superdome» hacia el estadio «Astrodome», en
Houston (Texas), comenzó en la noche del miércoles con un convoy de
unos 300 autobuses para cubrir el viaje de 560 kilómetros, pero
ayer por mañana se interrumpió en medio de un creciente caos en el
polideportivo.
Las personas que acudieron al «Superdome» el domingo, cuando se
dio la orden de evacuar la ciudad, han permanecido allí sin aire
acondicionado, sin agua corriente y con escasos alimentos, mientras
hubo dos partos en su interior, hasta que las autoridades iniciaron
anoche el traslado en camiones y autobuses hacia Houston. Durante
la noche del miércoles y la madrugada del jueves se generalizaron
los saqueos en Nueva Orleans por parte de residentes que buscaban
agua, comida y medicamentos y, aparentemente por bandas de
delincuentes que aprovechaban la situación crítica para su
beneficio. El teniente coronel Pete Schneider, de la Guardia
Nacional de Luisiana, explicó a la televisión que «cuando desde
barrios y edificios circundantes la gente vio que iban camiones y
helicópteros hacia el Superdome, se dieron cuenta que habría una
evacuación». Schneider calculó que ahora hay entre 50.000 y 60.000
personas que deberán ser evacuadas, y que en cada convoy los
militares pueden sacar a unas 1.900.
«Un soldado de la Guardia Nacional resultó herido», dijo
Schneider. «Hay gente que está encendiendo neumáticos en las
terrazas alrededor del estadio», afirmó el militar. «Obviamente,
estos incidentes no van a detenernos, pero la tarea de los
militares es la evacuación; el mantenimiento del orden público
corresponde principalmente a la policía», añadió. Por su parte,
Richard Zeuschlag, director de Acadian Ambulance, compañía que
estaba encargada de la evacuación de heridos y enfermos desde el
«Superdome», dijo que «hemos suspendido la operación hasta que se
recupere el control de la situación».
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