Serge F.P.y Harald S., al ir ante el juez.

J.J.M./J.M.A.
El sospechoso no será finalmente encartado en ningún procedimiento por tráfico de drogas después de que judicialmente sólo se haya podido aportar como prueba la pequeña cantidad de cocaína que la Policía Local de Sant Antoni le requisó a él y a sus dos acompañantes en la noche del pasado martes en un control rutinario en ses Païsses.

A la policía, sin embargo, le consta que Serge F.P., de 57 años y con doble nacionalidad argelina y francesa, fue apresado en Marruecos por su supuesta conexión con el tráfico de hachís. A las autoridades españolas, pese a todo, sólo les consta oficialmente de dicha persona una condena en firme de junio de 2002 por un delito de lesiones imprudentes derivado de un accidente en el que se vio implicado años atrás el acusado.

El fiscal pidió el sobreseimiento de las actuaciones por un delito contra la salud pública también para Harald S., de 49 años, y quien es oriundo de un país del este de Europa, así como para Rosa T.V. la argentina de 38 que iba con los dos anteriores en un vehículo, un Nissan, que despertó las sospechas policiales. Todos ellos fueron interceptados poco antes de la medianoche del martes en la calle Rosers del municipio de Sant Antoni.

Los agentes se incautaron, aparte de la droga cuya pequeña cantidad se sobreentiende, por el principio de presunción de inocencia, que presumiblemente iba destinada a consumo propio, de un revólver 38 especial del calibre 357 Magnum de la marca Smith&Wesson.

Dicha arma, que se hallaba cargada, la portaba Serge F.P., hecho por el que sí ha sido condenado de acuerdo con la normativa que impide en España ir con pistolas sin permiso y licencia. Los policías locales, asimismo, entregaron a todos los sospechosos a la Guardia Civil conjuntamente con 16 cartuchos de munición. Ello le ha supuesto una condena de un año y cuatro meses de prisión por tenencia ilícita de armas después de que el acusado reconociera los cargos que se le imputaban y aceptara una sentencia de conformidad. Serge F.P. fue puesto a disposición judicial ayer tarde pero este trámite no se pudo cumplimentar porque a esa hora se practicaba un registro domiciliario en su casa de Cala Tarida. En dicha actuación, en la que llegó a supervisarse el contenido de una caja fuerte, no se resolvió el hallazgo de ninguna prueba incriminatoria más. El caso pudo resolverse ayer gracias a la normativa de juicios rápidos.