Tráfico investigaba ayer las causas de este siniestro, el
segundo mortal habido este año en esta isla, no descartándose
tampoco que el conductor del coche implicado fuera a gran
velocidad. Éste último, un barcelonés de 46 años, salió ileso pero
sufrió un fuerte shock por lo ocurrido y necesitó estar hasta
primera hora de la mañana en el centro de salud. Dicha persona dio
negativo en la prueba de alcoholemia que se le practicó.
Cerca de ocho horas después de produjo el segundo siniestro. La
víctima de este accidente se hallaba ayer tarde ingresado en la UCI
de Can Misses, estabilizada por los médicos, intubada y sedada
después de que se le diagnosticara una rotura de bazo, fracturas de
tibia y peroné y traumatismo craneal, entre las lesiones más
graves. Ludorico A., de 25 años, que también iba en moto, se salió
en una curva muy peligrosa del Camí Vell de la Mola e impactó
contra el Land Rover en el que se desplazaba un vecino de
Formentera que instantes antes acababa de salir de su casa. El
conductor del todoterreno apenas tuvo tiempo de esquivar al
motorista. Sin embargo, intentó dicha acción, circunstancia que
motivó que terminara estrellándose contra un muro. El turista, tras
el impacto, salió despedido y acabó en el suelo tras golpearse la
cabeza, que iba protegida por el casco reglamentario, contra el
parabrisas del citado Land Rover.
Las distintas informaciones recogidas por este periódico
apuntaban a que Ludorico A. circulaba a gran velocidad en dirección
a la Mola y no pudo controlar la moto al entrar en la curva. Un
amigo suyo que iba detrás en otra moto quedó muy afectado al
presenciar el accidente. El herido fue evacuado poco después por un
helicóptero a Can Misses, hospital donde quedó ingresado.
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