La puesta de sol es la hora preferida para realizar esta actividad deportiva de cierto riesgo por la bahía de Portmany.

Un turista de nacionalidad británica de unos 40 años falleció ayer a consecuencia de las graves heridas que sufrió al golpearle en el pecho una barra de aluminio acolchada por efecto de un golpe de viento completamente imprevisto justo cuando acababa de realizar un vuelo en parasailing por la bahía de Portmany.

El monitor también recibió el golpe de la barra de aluminio, pero con menor intensidad, y tan sólo sufrió heridas leves. El accidente se produjo el pasado lunes por la tarde y el británico falleció ayer por la mañana.

El accidente ocurrió una vez que el monitor y el turista ya estaban de regreso en el barco, ya finalizado el vuelo. Un fuerte golpe de viento arrastró el paracaídas al mar, que hizo efecto ancla y arrastró con gran violencia la barra de aluminio hasta golpearlos.

La peor parte se la llevó el turista británico, que recibió un fortísimo golpe en el pecho.

A lo largo de los meses de temporada turística, tres empresas se dedican a realizar esta actividad de ocio, conocida como parasailing, en la bahía de Sant Antoni.

La hora de la puesta de sol suele ser la preferida para volar por los turistas en la bahía de Portmany, justo frente a los locales en los que centenares de personas se agolpan en las terrazas y las rocas para disfrutar del ocaso en el oeste de la isla.

Pese al incidente, esta actividad está considera como muy segura por los expertos. De hecho, se trata del primer accidente grave del que se tiene constancia al realizar este tipo de actividad en Eivissa y Formentera. El accidente más habitual en este tipo de actividad deportiva, y que no suele dejar heridas de consideración, se produce al arrancar la lancha y tirar de la cuerda que arrastra el paracaídas en el que se elevan turista y monitor. Eparasailing se practica en todo el Mediterráneo durante los meses de temporada.