Las emergencias sanitarias y los bomberos hallaron a la víctima fuera y a pocos metros del coche siniestrado. Fotos: MARCO TORRES

La decimoquinta persona que pierde la vida este año en las carreteras de las Pitiüses pereció, según los primeros indicios, tras salir despedido del vehículo con el que circulaba solo, un lance que probablemente se hubiera podido evitar si hubiera llevado el cinturón de seguridad correctamente colocado.La Guardia Civil de Tráfico investigaba ayer estos extremos, así como la hipótesis de que el fatal accidente hubiera ocurrido como consecuencia de una distracción.

La víctima, identificada como B.W, pereció prácticamente en el acto en un siniestro que ocurrió sobre las once de la mañana en Cala Llonga, en el kilómetro 9,200 de la antigua carretera de Santa Eulària ubicado frente a las instalaciones de «Talleres Manolo».

El coche en el que viajaba, un Twingo de color negro con matrícula alemana (WI-PI-514) se salió de la carretera por su margen izquierdo a la salida de una curva, momento en que presumiblemente el conductor perdió el control de la dirección. El Twingo se estrelló contra un talud y quedó volcado sobre sus ruedas. Tráfico investigaba también si el vehículo dio alguna vuelta de campana durante el accidente. Los bomberos ayudaron a retirar los restos de la carretera.