Condenas de prisión, indemnizaciones y multas. Este es el precio que han tenido que pagar este año al menos tres personas por incendios forestales que tuvieron lugar en la isla y de los que se demostró su responsabilidad. Dos de los acusados actuaron premeditadamente en la comisión de estos incendios y un tercero originó un fuego al ser negligente en la quema de unos rastrojos.

El caso más grave se resolvió a principios de este año. Un residente de Sant Mateu de 30 años con problemas de alcoholismo aceptó una condena de dos años de prisión por un fuego forestal ocurrido en octubre del año pasado en el que el acusado ideó con bidones y colillas un sistema retardante para provocar el incendio y tener tiempo para huir.

Todos los incendios pudieron ser atajados a tiempo gracias a que los bomberos actuaron con rapidez. Las actuaciones e investigaciones policiales minutos después de detectarse el fuego fueron cruciales para llevar pruebas al juzgado y posibilitar que la Fiscalía de Medio Ambiente pudiera pedir el procesamiento de los sospechosos.