La máxima de que son los mejores amigos de los hombres y mujeres la llevan al extremo de que están en permanente servicio para la comunidad. Entrenan duro, siempre con su guía, y después de meses de trabajo se 'licencian', unos para detectar explosivos, otros drogas y otros para rescates de personas. Son los perros de la Unidad de Guías Caninos del CNP que desde principio de año se ha establecido en Palma, en unas instalaciones cedidas por AENA en Son Sant Joan. Al principio se comenzó a trabajar con tres perros y ahora son ya once. Se trata de perros que en ocasiones, cuando hacen falta, sus cuidadores los traen a Eivissa o Menorca.

Agustín, el inspector jefe de la unidad, cuenta que para completar la plantilla falta sólo la llegada de un guía. Los nombres de los animales son: «Gandalf», «Dino», «Scott», «Skip», «Anilko», «Chico», «Boyard», «Bony», «Jak», «Luna» y «Linda». Cada animal es entrenado para un tema concreto. Por ejemplo, los que detectan explosivos adoptan la postura de quedarse sentados cuando los descubren, los especialistas en la búsqueda de personas ladran y los expertos en drogas escarban cuando las detectan.

La unidad está encuadrada dentro de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y desde que comienza el entrenamiento cada policía se hace cargo de su perro. Las razas de los que están en Palma, al servicio de cualquier incidencia en la que sea necesaria su presencia en Balears, son pastor alemán (8), golden retriever (2) y un cocker.

La jornada de trabajo se inicia a primera hora de la mañana cuando el policía procede a la limpieza de los caniles. Después vienen las sesiones de prácticas, aseo, y por las tardes es cuando se les da la alimentación. Agustín, el jefe de la Unidad, habla de la estrecha relación que tiene cada policía con el animal, como experto dice que no hay perros peligrosos sino dueños con problemas, y aprovecha esta página para decir que están al servicio de la comunidad.