Un alemán que aseguró al juez que él no conducía el coche que fue
encontrado volcado en la carretera de Cala Llonga ha sido condenado
por el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa. Ni una palabra de
su versión ha credo la jueza, que le ha impuesto una pena de 16
meses sin carnet de conducir por cometer un delito contra la
seguridad del tráfico. La juez ha considerado probado que el que
conducía el coche volcado era él, el alemán, y que lo hacía
borracho. De hecho, cuando los agentes de la Guardia Civil de
Tráfico de Eivissa le sometieron a la prueba de la alcoholemia, dio
como resultado 1,29, en un pirmer intento, y 1,26 después.
La versión que el alemán contó a la justicia no ha colado.
Intentó hacer creer que la que conducía el coche volcado era una
amiga suya que cuando se accidentó -supuestamente resultó ilesa- le
llam'ó por teléfono para que fuera recogerla, ya que tenía,
presuntamente, mucha prisa, ya que debía tomar un avión en ese
momento.
Su relato, considerado inverosímil por la Justicia ibicenca,
continúa diciendo que él llegó al lugar en un taxi y que, una vez
que éste se fue, aparecieron la Guardia Civil y los servicios
médicos. Finalmente, fueron los testimonios de un agente y de los
médicos y asistentes del 061 quienes hicieron creer al fiscal y la
jueza que quien conducía el coche era el alemán ebrio. Él explicó
que el accidente que sufrió su amiga aquella noche -versión
rechazada- se produjo porque otro coche la deslumbró. El acusado
consiguió retrasar la causa mientras intentaba buscar pruebas que
apoyaran su relato. «Pese a todo, no he podido localizar el taxi»,
dijo en el banquillo de los acusados.
Durante la elaboración del atestado en este accidente, el alemán
utilizó varios idiomas para dirigirse a la Guardia Civil y a los
servicios médicos, al parecer, con la intención de despistar.
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