El responsable de un bar de Cala Llonga tuvo que sentarse ayer en el banquillo para enfrentarse a tres años de prisión y en el pago de 3.000 euros que pide como condena uno de sus clientes después de que este último resultara herido en el establecimiento con un corte de seis centímetros en la frente, lesión que precisó once puntos de sutura.

El acusado confesó haber causado la herida tras lanzarle una copa a la cabeza, pero argumentó que esta acción la realizó instintivamente y en defensa propia cuando creyó que dicha persona iba a atacarla con un sacachapas que presuntamente acababa de arrancar de la barra.

El suceso ocurrió en la noche del pasado 19 de mayo. Ambos protagonistas reconocieron que se habían intercambiado insultos durante una discusión que duró cerca de media hora. Los dos, a su vez, confirmaron que entre ellos había malas relaciones desde hacía tiempo. Según el acusado, los problemas en su bar con dicha persona se sucedían desde hace seis años. La víctima, por su parte, precisó que sólo había entrado tres o cuatro veces antes en este bar y que, en la última ocasión, la disputa se inició después de que el sospechosos se negara a servirle. «Había bebido y entré a tomar un café para despejarme y casi salgo muerto», declaró ayer el perjudicado.