El suceso ocurrió en el puerto de Eivissa en la tarde del 23 de julio de 2002.

La policía detuvo a los tres sospechosos después de que éstos atacaran en la tarde del 23 de julio de 2002 al pasajero de un barco que se disponía a embarcar con un coche. Los agentes actuaron instantes después de que una patrulla tuviera conocimiento de que se estaba produciendo un grave altercado en la cola donde esperaban los vehículos para subir a bordo. En su día, incluso, se llegó a hablar de la posibilidad de que la víctima hubiera estado a punto de sufrir un secuestro. Uno de los acusados fue capturado después de que se llevara el vehículo del afectado, que, al parecer, recibió un golpe en la cabeza en el forcejeo. A otro se le intervino un pistola, arma que nunca fue esgrimida.

Los acusados se sentaron en el banquillo jugándose cada uno de ellos una condena de hasta siete meses de prisión .

El caso ha quedado finalmente resuelto con un acuerdo judicial en el que los tres sospechosos sólo han tenido que responder de sendas faltas de maltrato y coacciones que quedan saldas con multas que se elevan en su conjunto a 60 euros. Uno de ellos, en particular, recibió la única condena de cárcel: seis meses de prisión por un delito de hurto de uso a vehículo a motor. Todos ellos, ademas, tendrán que indemnizar al perjudicado con una cantidad próxima a los mil euros por todo lo sucedido.