Los bomberos, en una imagen de archivo, se desplazaron a una zona rural de Portinatx en esta emergencia.

La Guardia Civil, a través de su unidad de Policía Judicial, investigaba ayer las causas de la deflagración. Los primeros indicios apuntaban a que dicha explosión sobre vino al acumularse en la vivienda una bolsa de gas por una pérdida en la instalación y encenderse un fuego. El suceso ocurrió sobre las diez de la mañana cuando la víctima, C.R.R., una mujer ibicenca de unos 90 años, se hallaba, al parecer, sola en su domicilio, una casa de campo ubicada en las cercanías de Cala Xuclà. Al cierre de esta edición, dicha persona se hallaba ingresa en la unidad de Grandes Quemados del Hospital La Fe de Valencia. Una fuerte explosión fue escuchada por los alrededores. Según los datos recogidos por este periódico, un familiar que residía en un domicilio cercano sospechó de lo sucedido y se trasladó inmediatamente a la casa. Luego, dio aviso al 112.

El 061, tras los primeros auxilios, trasladó en una ambulancia a la víctima a la Policlínica de Nuestra Señora del Rosario, centro donde se diagnosticaron quemaduras de segundo y tercer grado en un 35 por ciento de la superficie corporal, principalmente localizadas en la cabeza y en las manos. Su estado, en principio, era crítico.

Tras preparar a la herida, la paciente fue llevada al helipuerto de Can Misses. Un helicóptero aterrizó en las instalaciones de La Fe poco después de las cinco de la tarde. La explosión causó destrozos importantes en la casa de la víctima, agrietando algunas paredes sin que haya peligro de derrumbe. Los bomberos retiraron los escombros, revisaron la instalación y tomaron medidas para acabar con nuevas fugas.