Wilson, uno de los dos nombres del joven colombiano que fue detenido en septiembre de 2003 en Eivissa en lo que fue el primer caso detectado de correo llegado a la isla cocaína en el estómago, logró que el delito de tráfico de drogas que se le imputaba quedara en una pena mínima.

La resolución de este caso no había trascendido hasta ahora porque esta condena se fijó, al parecer, tras un acuerdo judicial alcanzado por las partes que intervinieron en el proceso después de que se tuvieran en cuenta varios atenuantes.

Dicha persona reconoció que llevaba droga por el mismo hecho de que fue él mismo, convencido por su novia, quien decidió ir al hospital al darse cuenta de que uno de los preservativos que llevaba en su estómago cargados con cocaína podría tener una pequeña rotura. En Can Misses se confirmaron los temores del 'bolero' (nombre con que se conoce a este tipo de correos de la droga). Tuvo que estar varios días en la UCI y se le sometió a un tratamiento vigilado con laxantes hasta que expulsó por medios naturales los 18 preservativos que finalmente llevaba en su interior. Ello evitó que se produjera lo que se conoce en el argot policial como un caso de 'muerte blanca'

La sentencia también se dictó apreciando la baja pureza de la droga. El análisis final aclaró que el joven colombiano, entonces de 22 años, había ingerido un total de 163 gramos de cocaína.Las primeras pruebas resolvieron que podía llevar hasta 190 gramos,diez por cada envoltorio que se le suponía en el estómago. El laboratorio acreditó un 27% de pureza, según la información recogida por este periódico.

La situación personal del acusado también influyó. Su defensa pudo acreditar el historial de drogadicción de su cliente y éste además se mostró colaborador dentro de las distintas pruebas judiciales que se realizaron en torno a la investigación para aclarar diferentes puntos del caso que pudieran servir para emprender nuevas pesquisas policiales. En Eivissa, habían trascendido hasta la fecha casos de correos que traían la droga entre sus parte más íntima, en especial heroína. Además, se ha sospechado de casos de personas que trajeron hachís también como 'boleros'.