La Dirección General de Marina Mercante y de Salvamento Marítimo
organizó yer en aguas de Mallorca un simulacro de actuación en un
caso de contaminación marina, con un supuesto accidente de un
petrolero, que sufre una explosión y que derrama unas mil toneladas
de combustible.
Este ejercicio internacional, denominado «Mediterráneo 2005»,
evalúa la capacidad de respuesta ante una emergencia de los
diferentes organismos, administraciones y efectivos participantes,
de España, Francia, Italia y Mónaco. También han tomado parte la
Delegación del Gobierno en las Islas, el Govern balear, el Servicio
Aéreo de Rescate, la Armada, el Servicio Marítimo de la Guardia
Civil, el Servicio de Vigilancia Aduanera, la Dirección General de
Costas, el Centro para la Prevención y Lucha contra la
Contaminación Marítima y del Litoral, la Autoridad Portuaria y el
Servicio Marítimo de Telefónica.
Este tipo de simulacros se realizan, de acuerdo con los
convenios internacionales, para evaluar la capacidad de respuesta a
una emergencia, según informó el Ministerio de Fomento. Así, se
trata de someter a prueba la coordinación entre los organismos y
administraciones que deben intervenir en este tipo de sucesos,
según el Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina
Accidental. El supuesto del ejercicio consistió en que el buque de
la Armada «Contramaestre Casado», figurativo del petrolero, sufre
una explosión en la cámara de máquinas cuando se encuentra 5 millas
al Sur de Punta Cala Figuera, en su camino entre Cartagena y Palma.
La explosión produce una grieta en el casco y daña dos tanques de
combustible, que comunica a estos con el mar, por lo que se
ocasiona un hipotético derrame continuo de mil toneladas de
fuel-oil al agua, que se extiende hasta la coste cercana de la
playa de Sa Rápita, en el municipio de Campos.
El supuesto accidente provoca varios heridos de distinta
consideración y el buque queda sin gobierno derivando hacia la
costa próxima a Cabo Blanco, en el extremo oriental de la bahía de
Palma. Para dar respuesta al accidente en el mar, la Capitanía
Marítima de Palma de Mallorca, dependiente de la Dirección General
de la Marina Mercante, activó el Plan Nacional de Contingencias por
Contaminación Marítima Accidental, mientras el Centro Nacional de
Coordinación de Salvamento Marítimo puso en marcha el Plan Golfo de
León. Se trata de un plan de intervención franco-español, que prevé
la puesta en disposición de medios de salvamento y lucha contra la
contaminación marina por parte de cada estado.
Las operaciones de salvamento de los tripulantes heridos
comenzaron a las 10.30 horas, cuando un avión del Ejército del Aire
del escuadrón 801 procede al rescate de los heridos y su traslado
la base aérea de Son Sant Joan, donde son atendidos por los
médicos.
Durante el simulacro, un equipo de intervención y evaluación de
la Dirección General de la Marina Mercante se descuelga desde el
helicóptero de Salvamento Marítimo «Helimer Mediterráneo» a la
cubierta del petrolero siniestrado para analizar la situación en el
buque. El equipo determina que la mejor opción era remolcar el
petrolero hacia un lugar de abrigo para evitar que derivase hacia
la costa. Simultáneamente, comenzaron las operaciones de lucha
contra la contaminación en el mar con el despliegue de barreras
para la contención del hidrocarburo, la recuperación mecánica del
producto y el tratamiento de las manchas aisladas. Para luchar
contra la contaminación se emplean diferentes técnicas de
colocación de barreras oceánicas, como tanques de almacenaje
temporal con capacidad para 7.500 litros, una hidro-limpiadora y
unos aspiradores de líquidos para absorber los productos
contaminantes.
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