Los bomberos, en una imagen de archivo, tuvieron que movilizarse.

Los bomberos, en una imagen de archivo, tuvieron que movilizarse.

J. J. Monerri12/05/05 0:00
TW0

El acusado fue detenido la semana pasada poco después de producirse el incendio en la finca conocida como Can Cardona de Can Chiquet Pou, ubicada dentro del municipio de Santa Eulària, y hasta la celebración del juicio se hallaba privado de libertad mientras el juzgado investigaba si pudo haber intencionalidad en su acción. El acusado finalmente se sentó en el banquillo por la comisión de un presunto delito de incendio forestal por imprudencia grave por el que el fiscal pedía hasta tres meses de prisión.

El turista, sin embargo, terminó reconociendo su negligencia, confesión que permitió la reducción de la condena pedida a dos meses de prisión y, por imposición legal, a la sustitución de dicha pena condicionada al abono de una multa de 720 euros y otra de 360.

El responsable de la sentencia, el titular del juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, Santiago Pinsach, acordó asimismo la puesta en libertad del sospechoso. En ejecución de sentencia, además, deberá indemnizar a los propietarios de la finca afectada con la cantidad que se estime oportuna una vez que se evalúen los daños y los gastos originados.

El juez Pinsach consideró probado que el turista que fue arrestado por la Guardia Civil poco después de que sobre las seis de la tarde del pasado viernes se declarara el incendio en Can Chiquet Pou «arrojó al suelo uno o varios cigarrillos encendidos sin haberse asegurado antes de estar apagados». La sentencia también recoge que seguidamente a esta acción se produjo un fuego que asoló una zona de monte bajo y pinar. Todo ello, obligó a intervenir a los bomberos del Consell Insular y del Instituto Balear de la Naturaleza, así como a distintas unidades de la Guardia Civil y de la Policía Local de Santa Eulària.

Los bomberos pudieron llegar a tiempo y acotar la zona afectada antes de que el fuego se extendiera. Sin embargo, no se pudo impedir que unos 2.000 metros de masa forestal se perdieran por la conducta imprudente de este turista británico.

Al mismo tiempo, agentes de la Guardia Civil localizaron sobre el terreno a un individuo que despertó las sospechas por lo ocurrido, motivo por el que se procedió a su arresto.