E.L.V./J.J.M.
La Audiencia Provincial vio ayer la causa que hay contra una familia de Almería a la que se acusa de blanquear dinero procedente del tráfico de drogas con la compra de fincas, vehículos y embarcaciones náuticas. Algunas de las operaciones se realizaron en Eivissa, lugar donde empezó el principio del fin para la supuesta red después de que el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y la policía completaran en la isla su investigación en diciembre de 2001. Uno de los cuatro imputados fue detenido entonces, cuando el 19 de diciembre se interceptó en el puerto de Sant Antoni la llegada de un «correo» con 15 kilos de hachís. En registros posteriores en un domicilio de Cala Vadella, además, se aprehendió cerca de 400 gramos de cocaína. Los agentes culminaron así las pesquisas contra una familia de Almería que tenía un importante patrimonio pese a que los cabezas de familia sólo tenían como ingresos conocidos pensiones de jubilación. Éstos, al parecer, aseguraron durante la instrucción que tenían negocios de carne y que habían hecho su fortuna con sucesivas ventas del patrimonio que iban haciendo. Uno de los sospechosos pinchaba como Dj en un local de la isla.

El fiscal pide para los imputados penas que suman los 30 años de prisión. El principal encausado se juega 9 años de cárcel. El caso tenía que haberse visto en febrero en Eivissa pero se suspendió y el juicio se celebró finalmente ayer en Mallorca.