La Guardia Civil ha iniciado las investigaciones para intentar localizar a los sospechosos del asalto.

J.M.A./J.J.M.
El asalto a la casa tuvo lugar minutos antes de la medianoche. Los ladrones irrumpieron en la mansión tras salvar una valla que rodea a todo el inmueble. En segundos se hicieron con la situación. Sacaron sus pistolas y amedrentaron a una pareja que se encontraba en ese momento en la casa, un hombre de nacionalidad británica y una mujer, al parecer, española.

Los asaltantes no quisieron correr riesgos. Amordazaron y ataron a sus dos víctimas y comenzaron a recorrer la casa buscando supuestamente una caja fuerte. Según la información recogida por este periódico, varias veces insistieron a la pareja para que ésta les dijera si existía alguna en el chalet.

Esta situación angustiosa para las víctimas, sin embargo, sólo duró unos minutos. Los ladrones, por causas que forman parte de la investigación que está realizando la Guardia Civil, depusieron su actitud en pocos minutos. Tras no lograr su propósito, decidieron retirarse sin forzar más la situación. Sólo cogieron una pequeña cantidad de dinero que encontraron a su paso. Ni siquiera se fijaron en joyas u otros objetos de valor que podía haber en la vivienda. Su huida fue tan rápida como su llegada. La ausencia de rastro sobre ellos en los minutos siguientes hace pensar que muy probablemente utilizaron un vehículo para trasladarse enseguida a otro punto de la isla. Se ignora si una cuarta persona podría estar esperando al resto del grupo en este coche.

La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil trabajaba ayer en todos estos pormenores para poder concretar si los asaltantes actuaron precipitadamente o bien contaban con un plan bien meditado. Los agentes a los que competía la investigación buscaron ayer en el escenario del asalto todo tipo de pistas para aclarar la naturaleza del método y si el fin que perseguían los encapuchados no era únicamente el robo, hipótesis que, en un principio, se creía la más probable. El instituto armado barajaba todas las posibilidades, incluido que todo hubiera sido un «aviso», al sopesarse no sólo la rapidez del asalto sino también que sólo existiera interés por la caja fuerte. Este último punto plantea otra hipótesis: que los ladrones buscaran algún tipo de documento u objeto de valor que creían podría estar depositado en la casa bajo custodia de una caja blindada.

No hay constancia de que en las últimas semanas se haya producido en la isla un robo o suceso de similares características. El suceso, sin embargo, trae a la memoria los violentos asaltos que sufrieron hace dos años varios chalets de la isla en casos que fueron consideraron aislados. De ellos fueron víctimas, entre otros, dos dueños de importantes discotecas.