El fiscal de Medio Ambiente en Eivissa ha dado un nuevo paso para
aclarar judicialmente lo que ocurrió el pasado mes de agosto en
aguas de la Pitiüses cuando una treintena de lanchas de alta
velocidad participaron en una competición sin contar con ningún
tipo de permiso y sin conocimiento del evento por parte de
Capitanía Marítima.
Al menos dos personas, a quienes la Guardia Civil ha
identificado como presuntos organizadoras de la prueba, tendrán que
declarar por el momento como imputados si el juez instructor del
caso atiende la petición que ya ha formulado el ministerio público.
Ambos, dos ciudadanos extranjeros, al parecer alemanes, pueden
terminar sentados en el banquillo para enfrentarse a una acusación
por delito medioambiental, al realizarse la competición en la
reserva marina de ses Salines. Ello puede conllevar finalmente,
incluso, penas de prisión para los sospechosos. El fiscal también
barajó en su día que se procesara a los implicados por conducción
temeraria.
Durante los primeros días de la investigación ya se sopesó la
posibilidad de que los responsables del acontecimiento estuvieran
vinculados con un restaurante del puerto de Marina Botafoc y con
otro establecimiento de restauración de Formentera. Estos negocios
figuraban, al menos, como patrocinadores.
El responsable del juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa,
Santiago Pinsach, se está encargando de instruir una causa después
de que el fiscal de Medio Ambiente reclamara la apertura de
diligencias al tenerse conocimiento de la concentración de
cigarreras y se requiriera a la Guardia Civil para investigara
quiénes eran los posibles organizadores y se identificara a los
participantes. Según la información recogida por este periódico,
las pesquisas llevadas a cabo por los agentes del instituto armado
han permitido también identificar a un buen número de las personas
que el pasado 1 de agosto estuvieron en lo que se denominó la
tercera edición del «Pokerrally Ibiza 2004», prueba que llegó a
publicitarse por internet y que también fue anunciada con
octavillas.
La treintena de lanchas que asistió al «Porkerrally Ibiza 2004»
pudieron inscribirse en cualquiera de las dos modalidades que había
previstas, ambas, al parecer, cubiertas con importantes premios a
los que se podía acceder después de ingresar grandes cantidades de
dinero en metálico. Una de ellas, la que daba nombre al evento,
consistía en que las cigarreras, conocidas internacionalmente como
off-shore, la fórmula uno del mar, paraban en controles de un
triángulo comprendido entre Eivissa, Formentera y es Vedrà para
recoger sobres que contenían naipes. Al respecto, los organizadores
informaban en sus folletos de grandes premios «a la mejor mano de
póker». En una página de internet, supuestamente confeccionada por
los organizadores que ahora deberán declarar en un juzgado de
Eivissa, se hablaba expresamente de que se recompensaría también a
la tripulación más rápida.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.