Cada 'ilegal' que entra en el Reino Unido vía Eivissa paga 3.000 euros a una mafia

Una mafia dirigida por rumanos, y con ramificaciones internacionales, utiliza el aeropuerto de Son Sant Joan, y en ocasiones el de Eivissa, como puerta de entrada de compatriotas ilegales en el Reino Unido e Irlanda. Tanto el Grupo Operativo de la comisaría de Son Sant Joan como la UCRIF, de la Brigada de Extranjería y Documentación de la Jefatura Superior de Balears, centran una buena parte de su actividad en tratar de desmantelar la red. De hecho, a finales del año pasado se detuvo a un grupo de rumanos, a los que se consideraba integrantes de la red mafiosa. Esta mafia comenzó a operar desde Balears el verano de 2002 y su funcionamiento es el siguiente. En Rumanía se capta a ciudadanos que quieran desplazarse al Reino Unido o Irlanda, países en los que los controles para que entren 'ilegales' son muy estrictos pero en los que, una vez dentro, estas personas disfrutan de una serie de beneficios como son vivienda y alimentación. La mafia entra en contacto en Rumania con los interesados, a los que les cobra la cantidad de 3.000 euros que incluye el traslado a las Islas, un pasaporte falso y un contrato de trabajo en el destino. Esta persona viaja primero a España y llega a Balears. En la Islas, y sobre todo en verano, un grupo de británicos se dedican a robar pasaportes a compatriotas en zonas de mucho turismo, y sobre todo a británicos mayores porque sus pasaportes suelen ser antiguos y más fáciles de falsificar. Estos documentos son comprados por la mafia, que los vende después a los interesados por 300 euros en el caso de que sólo quieran este 'servicio'. El motivo de utilizar Mallorca y Eivissa, sobre todo en verano, es porque hay una gran cantidad de vuelos diarios hacia Reino Unido o Irlanda. En los dos últimos años la policía ha detenido en Palma a unos 130 'ilegales' con el pasaporte falso, y entre las compañías aéreas hay cierta psicosis por estos hechos, puesto que si el fraude se descubre en un aeropuerto del Reino Unido o Irlanda, las autoridades sancionan a las compañías con multas que pueden llegar a las dos mil libras esterlinas.