Un vecino de ses Figueretes que en diciembre del año pasado tuvo un enfrentamiento con un conocido en un bar de este barrio, acción que concluyó con una denuncia en Comisaría por robo con intimidación, se ha resuelto con la absolución del sospechoso, que se jugaba una pena de hasta cuatro años de prisión.

El denunciante, que en la vista dijo no desear ninguna pena para su amigo y que matizó la primera versión que dio en Comisaría, denunció que le habían sustraído 500 euros y un teléfono móvil después de que le hubieran puesto un cuchillo en el cuello. Éste añadió que creyó identificar a la persona que le había arrebatado los 500 euros que llevaba encima en una discusión de bar que incluyó una agresión con una silla.

La responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, Martina Rodríguez, ha dictado una sentencia absolutoria al valorar conjuntamente el estado de ebriedad de los implicados y la falta suficiente de pruebas de cargo oídos el testimonio del acusado y del resto de los testigos.

La jueza valora como datos «periféricos y contradictorios» el arma empleada para obtener los objetos denunciados como sustraídos, primero cuchillo y después una silla o un madero, la intervención de personas no acreditadas con posterioridad y la manifestación del denunciado acerca del estado en que se hallaban. «Esto hace que en realidad no se sepa si perdió el dinero, le cayó al suelo o le fue arrebatado», situación que, además -se analiza-, se produjo en una pelea entre personas con graves problemas de marginalidad y alcoholismo.