EFE-CASTELLÓN
Los Príncipes de Asturias compartieron ayer el dolor de los familiares de las 18 víctimas fallecidas por inhalación de gas en un albergue de Todolella, a quienes expresaron personalmente su condolencia durante el funeral institucional celebrado durante la tarde en Morella. Don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz presidieron en la iglesia arciprestal Santa María la Mayor de Morella el funeral institucional por las dieciocho personas fallecidas ayer en el albergue de San Cristóbal, en Todolella, un acto en el que estuvieron presentes los féretros de tres de los fallecidos, vecinos de Morella.

Al funeral asistieron también la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro para las Administraciones Públicas, Jordi Sevilla y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, entre otras autroridades.

Unas 2.000 personas asistieron a la ceremonia y protagonizaron escenas de dolor, abrazándose entre llantos contenidos, con semblantes serios por el dolor y ojos hinchados y enrojecidos por la tragedia. La misa fue oficiada por el obispo de Tortosa, Xavier Salinas, diócesis a la que pertenece la comarca, quien estuvo auxiliado por quince sacerdotes concelebrantes y señaló que la muerte «siempre sorprende y nos llena de lágrimas».

Al final de la misa, los Príncipes don Felipe y doña Letizia se acercaron a los bancos de los familiares de las tres víctimas de Morella a quienes entre muestras de cariño expresaron su pésame y les dieron palabras de consuelo. A continuación, los féretros, acompañados de numerosas coronas de flores, fueron sacados por familiares y amigos al exterior de la basílica, donde fueron introducidos en coches fúnebres y traslados al cementerio.