Las falsas denuncias son motivos de procedimientos penales en los juzgados de Eivissa.

Diligencias abiertas en un juzgado contra dos vecinas de Eivissa, que días atrás reconocieron en un juicio por maltrato que llamaron a la policía para que se detuviera a la pareja de una de ellas para «joderle» por una cuestión de celos, ha sido la última actuación judicial que se ha iniciado en la isla a raíz de una supuesta falsa denuncia. El fiscal, incluso, ha pedido que se investigue si la actuación de ambas mujeres pudo derivar en una detención ilegal, un hecho que, de probarse, podría suponer a cada una de las imputadas una pena de ocho años de prisión. El afectado salió absuelto tras haber pasado un mes en prisión.

Los fiscales de Eivissa también han pedido que se tomaran medidas similares otros casos de falsos malos tratos que quedaron al descubierto. Así, según lo recogido por este periódico, en noviembre del año pasado se produjo un caso similar ante la responsable del juzgado de lo Penal número 2. La jueza Martina Rodríguez absolvió in voce a un acusado que se jugaba un año por una supuesta paliza a su pareja después de que ésta dijera abiertamente que había mentido en Comisaría. Tras ello, el fiscal pidió que se le tomara testimonio por falsa denuncia, que puede acarrear también penas de prisión.

Por los juzgados también ha pasado el supuesto falso testimonio en que incurrió un hombre al apreciarse esta circunstancia mientras se tramitaba una causa de separación y tratarse de unas supuestas obras en la que se habían invertido 15 millones de pesetas.

Salón de masaje
Más recientemente, este mismo mes, la Guardia Civil presentó en el juzgado un atestado contra un hombre que denunció el robo de 2.000 euros después de que le hubieran duplicado su tarjeta de crédito. la investigación policial acreditó que dicha persona se había gastado dicho dinero en un salón de masaje.

Algo parecido pasó en 2002 cuando se descubrió que verdaderamente no había habido víctimas en un naufragio sufrido por una embarcación con amarre en un puerto deportivo de Eivissa. El barco fue hundido a propósito por su propietario, acuciado por las deudas, sin que hubiera pasajeros a bordo.

Otro caso destacado que terminó en los juzgados fue el de un vecino de Sant Rafel que aseguró el verano pasado haber sufrido un espectacular atraco en su casa por dos ladrones que le abordaron armados con un revólver. Todo quedó en evidencia al descubrir la Guardia Civil que el denunciante intentaba con esta falsa justificar 600 euros que perdió en una noche.

Las falsas denuncias por violación, presentadas por turistas que vienen cubiertas por seguros, también han sido detectadas en los juzgados. Al respecto, una caso curioso ocurrió en septiembre de 2003 cuando una chica británica remitió una carta al juzgado que investigaba una violación y un secuestro que dijo haber sufrido una joven cuando dos individuo, a la salida de un bar de Vara de Rey, la habían metido en un coche.

La chica, a instancias de su psiquiatra, confesó que todo se lo había inventado para darse notoriedad y pidió perdón por todos los problemas causados La denuncia ocasionó no sólo numerosas gestiones policiales sino también la realización de pruebas analíticas, médicas y forenses, que son preceptivas en este tipo de casos.