Las dos vecinas de Eivissa que el pasado jueves reconocieron en un
juicio haber urdido una denuncia de maltrato para «joder» a la
pareja de una de ellas por una cuestión de celos comparecieron ayer
en el juzgado de guardia después de que previamente, a instancias
del fiscal, fueran localizadas por la policía.
Ambas, para las que el fiscal pidió en principio que se les
tomara declaración para aclarar si habían incurrido en un delito de
falsa denuncia, se van a enfrentar ahora a una investigación
judicial por un delito derivado de una detención ilegal que el
Código Penal castiga de cinco a ocho años de cárcel. Esta pena es
muy superior a las que podría recaerle si se les reconociera un
delito de falsa denuncia, en el que se contemplan hasta los dos
años de prisión.
Las dos mujeres prestaron nuevamente declaración en Comisaría.
El representante del ministerio público, sin embargo, pidió ayer en
el juzgado de Instrucción número 1 que se incoaran diligencias por
un presunto delito de detención por autoría mediata al valorar que
el hombre que fue denunciado y que resultó absuelto en el juicio
celebrado el jueves estuvo casi un mes en prisión por todo lo
ocurrido.
Si la investigación judicial resuelve finalmente que en efecto
ambas deben comparecer en un juicio imputadas por este último
delito, será la Audiencia Provincial la que tenga que dictar
sentencia y no un juzgado de lo penal de la isla.
Los hechos que se van a volver a examinar ocurrieron el pasado
23 de diciembre en un domicilio de la calle Metge Vicent Riera de
Eivissa. Una de las mujeres llamó a la policía después de que la
pareja de una de ellas le pidiera explicaciones por una supuesta
relación que éste mantenía con otra chica. «Mi amiga y yo le
dijimos que si se iba de la casa le íbamos a joder y por eso
llamamos a la policía», dijo en el juicio una de ellas. Su
testimonio y otros similares fueron recogidos en el acta y el
fiscal ya anunció, tras retirar la acusación contra el presunto
maltratador, que iba a requerir a ambas mujeres de nuevo para
depurar responsabilidades. La intervención policial del 23 de
diciembre se resolvió con el arresto del sospechoso violentamente
después de que los agentes se vieran obligados a reducirle por el
comportamiento violento que éste presuntamente mostró.
En el juicio, uno de los agentes afirmó que cuando se llevaba al
detenido escuchó como éste insultaba a su pareja y le prometía que
«se iba a acordar de todo». Esta mujer, a su vez, aseguró en la
misma vista que no supo lo que firmaba ni en la Comisaría ni en el
juzgado cuando formalizó la denuncia por maltrato contra su
compañero. Además, añadió que se desmayó en Comisaría por la
tensión al ver a su pareja detenida.
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