Cientos de personas, entre escenas de gran dolor, asistieron ayer
en Burgos a los funerales y posterior entierro de Benjamín Tejido
Ramos, de 49 años, y de Alejandro Scarpellini Bernard, de 36,
fallecidos en el accidente laboral que el pasado jueves costó la
vida a ocho trabajadores.
El sepelio de Benjamín Tejido Ramos, natural de Santoyo
(Palencia) y residente en Burgos, se celebró a las 11.30 horas en
la parroquia de la Barriada de San Cristóbal, de la capital la
provincia de Burgos.
El funeral de Alejandro Scarpellini Bernard, ciudadano italiano
y residente en Burgos, se ofició a las 12.00 horas en la parroquia
del barrio del Pilar. Ayer por la tarde fue enterrado en la
localidad de Moncalvillo de la Sierra (Burgos), Manuel Rey Benito,
de 32 años, que falleció anteayer tras permanecer en situación
crítica en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital General
Yagüe de Burgos durante dos días.
Anteayer fueron enterrados en Astudillo (Palencia), Rubén
Vallejo Alonso, de 42 años; José Bustillo Nava, de 46 y Angel
García Martín, de 44; mientras que en Burgos recibieron sepultura
Rodrigo Pérez Juez, de 20, y Benjamín Santamaría Pérez, de 52. En
la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Yagüe se
encuentran otros cuatro trabajadores en estado «muy grave», que
precisan de ventilación asistida.
La situación de uno de ellos continúa siendo crítica y presenta
«lesión cerebral avanzada», según el último parte médico hecho
público.
«Sin novedad»
Desde el centro sanitario se ha informado que de que no se
facilitarán nuevos partes médicos hasta que se produzca «alguna
novedad» en el estado de los pacientes. El accidente se produjo en
la mañana del pasado día 13, cuando los trabajadores procedían a
cambiarse de ropa para iniciar su jornada laboral en las obras del
carril bici de Burgos.
Los trabajadores de la empresa Construcciones Arranz Acinas
estaban en los locales de un edificio que se utilizaba como
vestuario y para guardar maquinaria y garrafas de combustible
usadas en los trabajos.
Por otro lado, en Astudillo (Palencia), cerca de 300 personas
participaron ayer en una concentración silenciosa en homenaje y
recuerdo a los tres vecinos de la localidad que fallecieron en el
accidente laboral de Burgo.
La concentración, en la que se guardaron cinco minutos de
silencio, fue convocada por todos los grupos políticos, y a la
misma se sumaron, además de vecinos y amigos, el presidente de la
Diputación de Palencia, Enrique Martín, y el delegado territorial
de la Junta en Palencia, José María Hernández, entre otras
autoridades.
En el Ayuntamiento de Astudillo las banderas ondean a media asta
y continúan los tres días de luto que ayer decretó la corporación
municipal. Los tres trabajadores fallecidos, José Luis Bustillo,
Rubén Vallejo y Angel García, eran vecinos del municipio y anteayer
fueron despedidos en el municipio con unos funerales que
congregaron a unas 2.000 personas.
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