Un cachalote de siete metros y cuyo peso se estima en más de dos toneladas fue encontrado a primera hora de la tarde de ayer en la costa de Sant Antoni. El cetáceo, ya muerto, fue descubierto por los tripulantes de una embarcación, al parecer un llaüt, cuando dicho barco navegaba por la zona de Cap Nonó. Las personas que descubrieron al cachalote decidieron entonces arrastrarlo al puerto de Sant Antoni. Técnicos de la conselleria de Medi Ambient se desplazaron posteriormente al muelle de pescadores para levantar acta del sucesos e intentar aclarar las causas de la muerte del cetáceo, que ya comenzaba a descomponerse cuando fue localizado flotando entre las olas.

El concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Sant Antoni, José Ramón Serra Pilot, informó de que en un primer examen del cadáver que realizaron los técnicos no se apreciaron heridas u otros signos de los que pudiera derivarse una hipótesis de que el animal fuera víctima de redes o de algún ataque. Todo ello hace suponer que el cetáceo falleció de enfermedad y que el mar lo arrastró hacia la costa ibicenca, un hecho que en los últimos años se ha repetido especialmente con casos de delfines.

Los biólogos, de todas maneras, tomaron distintas muestras, entre ellas de sangre, para intentar conocer con exactitud la causa del fallecimiento antes de que el cetáceo fuera subido a un camión para su traslado al vertedero, lugar donde estaba previsto depositarlo.