J.J.M,
«Aquí no ha pasado nada». Así acabó ayer ante la responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa la declaración de un vecino de ses Figueretes que tuvo que sentarse en el banquillo acusado de un robo con intimidación que le puede costar una condena de cuatro años de prisión, pena que reclama para el sospechoso el ministerio público.

El robo tuvo lugar después de una disputa que protagonizaron en un bar dos hombres que se conocían de vista. La víctima, que ayer perdonó al acusado y que quiso retirar la denuncia que en su día interpuso, resultó herida, pero no de arma blanca sino de un fuerte golpe que recibió en el pecho después de que presuntamente el sospechoso le golpeara con una silla. Tanto el presunto ladrón como su víctima, ambos de nacionalidad española, quitaron hierro a lo ocurrido y aseguraron que todo sucedió cuando ambos se hallaban muy bebidos.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de diciembre en un conocido bar de la calle Navarra. La víctima relató en su denuncia que le sustrajeron 500 euros que llevaba en la cartera después de que su contrincante le sacara un cuchillo y se lo pusiera en el cuello, algo que desencadenó la reyerta.

Ayer, sin embargo, en el juicio éste matizó sus palabras y dijo: «No sé si era un cuchillo o una madera. La verdad es que no lo vi y más bien fue algo que sospeché».