MADRID - EFE
Tres personas han fallecido ayer a medianoche en un accidente de tráfico provocado en la carretera de Burgos, a 52 kilómetros al norte de Madrid, por un presunto «kamikaze» que circulaba en sentido contrario por la A-1. En el siniestro fallecieron abrasados el propio conductor que conducía en dirección contraria y un matrimonio que viajaba con sus dos hijos de corta edad, que sufrieron heridas, aunque salvaron su vidas al ser rescatados por un camionero. El presunto «kamikaze» conducía un Seat Ibiza blanco y las víctimas iban en un Renault Safrane. A las 23'42 horas del miércoles, «Emergencias-112» recibió una llamada de un conductor en la que informaba de que a la altura del kilómetro 44 de la carretera de Burgos, en sentido Madrid, se había cruzado con un conductor «kamikaze» que circulaba en sentido contrario por su carril. En poco tiempo, el servicio de emergencias llegó a registrar hasta 41 llamadas de conductores que habían visto o se habían cruzado con el conductor. A las 23.47 horas el presunto «kamikaze» colisionó en el kilómetro 52 de la A-1, a la altura de La Cabrera con un vehículo que circulaba correctamente y que no lo pudo esquivar. A consecuencia del impacto, los dos coches se incendiaron. El presunto «kamikaze» murió abrasado en el interior de su coche, al igual que el matrimonio que ocupaba el otro turismo, en el que también viajaban sus dos hijos, que lograron salvar la vida gracias a la intervención de un camionero que, provisto de un extintor, cortó los cinturones de seguridad de los niños y les sacó del coche en llamas.

Uno de los niños es un varón de tres años que sufre quemaduras de tercer grado en un pie y ha sido ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz, de Madrid. Su hermana, de 5 años, resultó herida leve por policontusiones y fue trasladada al mismo centro sanitario. Al menos siete personas han muerto en 2004 en accidentes de tráfico causados por conductores suicidas como el registrado ayer en la salida de Madrid.