Los dos sospechosos de este robo, ocurrido sobre las cinco y media de la madrugada del pasado 5 de noviembre en la playa de ses Figueretes, han sido condenados a una pena de tres años y medio de prisión. A uno de ellos, sin embargo, se le sustituye la pena por la expulsión del país durante diez años.

La sentencia considera probado que ambos individuos, los dos con antecedentes por delitos como hurto o contra la seguridad del tráfico, fueron los que, en compañía de una persona sin identificar, arrebataron 1.100 euros a la víctima después de que los cuatro hubieran pasado varias horas alternando en un club de alterne. El perjudicado aseguró durante el juicio que llegó a perder el conocimiento al sentirse estrangulado.

La policía detuvo a dos de los tres ladrones gracias a la identificación que realizó la propia víctima, persona a la que uno de los sospechosos devolvió su «parte del botín» -300 euros- cuando éste le instó en la calle a que le entregara lo que le había quitado.

Todos los implicados explicaron durante la vista que celebró días atrás el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa que se hallaban de vigilia esperando que llegara el amanecer para poder comer y volver a ayunar todo el día, tal y como impone el Islam a sus fieles durante los día de Ramadán. Por ello, los dos acusados, que negaron todos los hechos, destacaron que no habían bebido alcohol. «A lo sumo, un zumo de melocotón», dijo uno de los procesados.

El juzgado ha resulto con un fallo condenatorio este caso al valorar las declaraciones de los testigos y cotejarlas con las de la víctima.

Los dos supuestos ladrones manifestaron en el juicio que cada uno se había ido por su lado tras salir prácticamente por separado. Según la sentencia, ello no contradice la versión del afectado, que dijo que, de súbito, se vio interceptado por tres personas cuando estaba en la playa.