La que fuera responsable de un club de alterne ubicado en la ciudad de Eivissa ha sido condenado a dos años de cárcel al considerársele responsable de un delito contra los derechos de los trabajadores después de que a consecuencia de una redada policial se sorprendiera en dicho local a varias chicas que estaban ejerciendo la prostitución sin contrato laboral alguno y sin papeles de residencia. La decisión judicial, dictada por el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, a su vez, absuelve a la hermana de la acusada, persona que también tuvo que sentarse en el banquillo para responder de los mismos cargos y que cuando ocurrió todo sólo ejercía de camarera. El fiscal pedía en este caso para cada una de las acusadas una pena de cuatro años de prisión.

La encargada de este establecimiento, el club «Carolina», afirmó durante la vista que las mujeres eran libres de entrar y salir y que, a cambio de una comisión por las bebidas, sólo les pedía que ninguna de ellas fuera menor de edad y que tuvieran su documentación en regla. Según su testimonio, cuando se produjo la redada, motivada tras la denuncia de dos chicas que en la causa figuraban como testigos protegidos, desconocía la situación personal de las mujeres que había en el club. Sin embargo, en la sentencia se recoge: «Ninguna duda cabe o suscita a la juzgadora de que a las chicas, al utilizar para su trabajo las dependencias del local, dependen de la propiedad del negocio, debiendo cumplir sus normas. Es decir, las chicas no alternan por su cuenta sino que deben seguir unas normas, cobrar unos precios y entregar las ganancias al club, quién después le liquidará su trabajo».