El concejal de Policía de Sant Antoni, Joan Pantaleoni, admitió ayer que el sistema de videovigilancia que se instaló este verano «ha funcionado mal porque ha habido problemas técnicos». No obstante, Pantaleoni considera que, como no se hizo público el mal funcionamiento de las cámaras-espía, al fin y al cabo cumplieron su propósito disuasorio, lo que se ha notado en el descenso de la delincuencia que se ha registrado este verano en el municipio en casi todos los capítulos, a excepción del correspondiente a las infracciones a las ordenanzas municipales.

Las denuncias por este tipo de incumplientos han aumentado espectacularmente a lo largo de esta temporada debido a que los esfuerzos de la Policía Local se han centrado en este tema al igual que en el pasado 2003 se ocuparon de la erradicación de la venta ambulante. De hecho, a principios de septiembre pasado Pantaleoni dijo que el Consistorio está «muy satisfecho» con el resultado del sistema de videovigilancia implantado en las calles más céntricas de la población y explicó que esta medida, puesta en marcha a mitad de temporada, «ha sido efectiva tan sólo por estar implantada» y ha motivado que las actividades ilegales que se llevaban a cabo en estas calles se hayan desplazado a otros lugares, «donde son más fácilmente controlables por la policía».