El director insular, José Manuel Bar, agradeció en su discurso a los agentes su trabajo en las Pitiüses.

La ejecución del proyecto que hará realidad la nueva casa cuartel de la Guardia Civil de Eivissa y que pondrá fin a la situación de precariedad en la que viven y trabajan sus agentes deberá llevarse a cabo antes de que termine 2005. Estas son las previsiones que anunció ayer José Manuel Bar, director insular, tras el discurso que pronunció en las instalaciones militares de sa Coma con motivo de los actos de la festividad de la Virgen del Pilar, patrona del instituto armado. Bar también auguró más medios para Eivissa.

El responsable gubernamental también adelantó que, con el avance de las estadísticas policiales de este verano de las que disponía y que todavía están en estudio, se podía hablar ya de un «importante descenso de la delincuencia». Bar, al respecto, destacó que las cifras constataban un descenso de los robo, especialmente de los tirones. Sin embargo, prefirió no adelantar más datos porque quedaba «profundizar sobre cómo había incidido en los distintos municipios».

«Resta la adjudicación de la obras y ello espero que tenga lugar el año que viene», dijo Bar, quien insistió en que aún se estaba a la espera de conocer qué partida de los presupuestos generales del Estado se iban a destinar a ello. «Había un problema con las ordenanzas municipales en lo referente a los terrenos y creo que ya está solucionado. Cuento con las obras en 2005 una vez que se haga todo público en el BOE y se saquen los trabajos a concurso», explicó. «El cuartel para Formentera está más atrasado. Está aún en fase de proyecto», añadió cuando se le preguntó por ello.

El director insular señaló, por último, que la Guardia Civil, que no sufre los problemas de inestabilidad de la plantilla de Comisaría, también se beneficiarían de los incrementos salariales previstos para los que viven en las islas.