Un coche para la polémica

La medida, por esta circunstancia, supone toda una revolución que no sólo no ha gustado entre el colectivo policial sino que, además, ha levantado todo tipo de críticas. Casi ninguna es política sino se basa en motivos estético y prácticos. «No parecen coches de policía. Más bien son propios de una feria, un circo o de algo diseñado por Àgata Ruiz de la Prada», comentó con hilaridad un agente consultado por este periódico. Otro agente, a su vez, añadió: «eso, un circo y encima lo pagamos nosotros». El color también motiva otro tipo de comparaciones. «Tengo mucho respeto por los gays pero vamos a parecer que vamos con la bandera arcoiris propia de este movimiento», señaló otro policía de uno de los ayuntamientos de Eivissa.Según ha trascendido, hasta ahora, estos coches han sido pedidos en los municipios de Eivissa, Sant Josep y Sant Antoni.

Los agentes también basan sus descontento en cuestiones prácticas. «No es un coche serio para el trabajo y menos aún si queremos actuar por sorpresa. Por contra, el ciudadano podrá verlo a mucha distancia. Pero todos están acostumbrados, en todos los lugares, al blanco y al azul». «Seguro a que los policías nacionales tampoco les gustaría a ir con coches pintados con la bandera de España. Es de cajón. Los ladrones tendrán tiempo de sobra para huir», apostilló otro agente.«Además, el rojo es un color técnicamente agresivo y de lo que se trata muchas veces es de calmar situaciones», añaden.