Agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) transportaron ayer en una patrullera desde Eivissa a Mallorca los 2.000 kilogramos de hachís en 70 fardos que intervinieron el pasado domingo en el puerto de Eivissa en el interior de una furgoneta térmica que estaba a punto de embarcar en un fast ferry rumbo al puerto alicantino de Dènia, desde donde se sospecha que iba a ser transportada o distribuida por la Península y otros puntos de Europa. Se trata de la incautación más importante de este tipo de droga que las autoridades interceptan en Eivissa desde que el pasado mes de octubre de 2000 neutralizaran una cantidad similar. Meses antes, en marzo de 2000, la policía también se incautó de un alijo de hachís de parecidas dimensiones al que ayer fue mostrado a los medios de comunicación en el puerto de mercancías de Eivissa. También en 2001 se localizó en la isla un alijo importante de cocaína -casi una tonelada- y el año pasado el Cuerpo Nacional de Policía se incautó de dos centenares de miles de pastillas de éxtasis. El director insular, José Manuel Bar, felicitó ayer a los agentes del SVA por la incautación de estas dos toneladas de hachís que, al parecer, llevaban diez días almecenadas en la isla a la espera de su traslado a la Península.

«Quiero felicitar al Servicio de Vigilancia Aduanera por esta aprehensión que no es casual, sino fruto de un gran trabajo de investigación», dijo Bar frente a la patrullera de la Agencia Tributaria que zarpó a las dos y media de la tarde rumbo a Palma, donde la droga será destruida. Bar dijo que la operación se enmarca en el intento de evitar que Eivissa se convierta en punto de paso de los cargamentos de droga.