La pareja ibicenca fue detenida en la isla junto con el
norteamericano Christian S.G. y la puertorriqueña Janelle A.C., de
30 años. Ambos tenían domicilio en la calle San Simón de Madrid. La
organización había asignado a ambos la obtención de viviendas,
almacenes y vehículos que precisaba el grupo para sus negocios de
narcotráfico.
Los cuatro sospechosos, al igual que los otro cinco arrestados
en la denominada operación «Garaje», quedaron tras su detención
directamente a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de
la Audiencia Nacional, quien investigaba desde hace cuatro meses la
banda que se cree dirigida por José A.G., un madrileño de 33 años
que bajo el alias de «Lechugo» oculta su verdadera identidad.
'Los Miami'
Dicha persona, además, está considerada como el antiguo líder de
una conocida organización conocida como «Los Miami», que en la
década de los noventa acaparaba la distribución de éxtasis en
Madrid y en la costa levantina.
La policía se incautó en la localidad madrileña de Algete de la
totalidad de los nueve kilos de éxtasis puro en polvo (unas 200.000
pastillas) que han supuesto el mayor alijo de MDMA intervenido
alguna vez en España. Esta droga tenía como principal destino Sant
Antoni.
La organización introducía desde Holanda y mediante «correos
humanos» grandes partidas de sustancias psicotrópicas,
fundamentalmente MDMA (éxtasis), en comprimidos y en polvo. Estas
sustancias eran distribuidas posteriormente en Madrid, Valencia y
Andalucía, a través de los canales inferiores de distribución hasta
hacerla llegar a los consumidores, sobre todo en los lugares de
ocio. El pasado día 21 se detectó que el grupo estaba preparando el
envío de una partida de éxtasis a Eivissa, y se verificó que en la
madrugada del día siguiente Alberto H. acudió al domicilio de José
A., en Algete, donde recogió dos kilos de éxtasis y posteriormente
se les entregó a Francisco S. (un «correo humano») en las
inmediaciones del hospital de Móstoles (Madrid). En ese momento
fueron detenidos Alberto H. y Francisco S. y en el registro en el
domicilio de Algete se incautaron otros siete kilos de éxtasis puro
en polvo.
Continuando con la operación, el pasado día 22 fueron detenidos
en Algete José A.G., alias «Lechugo», de 33 años; en Móstoles,
Alberto H.H., de 36, y Francisco S.L., de 33; en Madrid, Luis
Miguel D.C.O,, alias «El Patas», de 34. En Eivissa, la holandesa
Daphne T., de 37; Emanuel Julian C.O., de 32; Cristian S.G., nacido
en Estados Unidos, y Janelle A.C., de 30, nacido en Puerto Rico,
aunque estos dos últimos con pasaporte holandés y belga. Por
último, en Barcelona fue detenido el italiano nacionalizado español
Claudio N., de 27, que fue puesto en libertad tras prestar
declaración.
La policía realizó tres registros, en Madrid, Móstoles y Algete,
en los que ha aprehendido los nueve kilos de MDMA (éxtasis) en
polvo que resulta contener más del 90 por ciento del principio
activo. Esto supone que superaría las 200.000 pastillas una vez en
el mercado ilícito, ya sea en comprimidos o cápsulas.
El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, dijo que
«la policía ha conseguido salvar la vida de muchos jóvenes» con la
incautación de la mayor cantidad de éxtasis intervenida en España,
nueve kilos, en una operación en la que ha detenido a nueve
personas. Camacho comentó que «es la operación más importante que
ha hecho la policía hasta este momento» contra esta droga. Destacó
que «hay que tener en cuenta que se han aprehendido nueve kilos de
MDMA, lo que se denomina éxtasis, y esa cantidad podría dar lugar a
la creación de 200.000 pastillas de esa sustancia». Fuentes
policiales precisaron que incluso si las pastillas se hubieran
elaborado con menos pureza podrían haber alcanzado la cifra de
medio millón.
La Policía sigue investigando las conexiones del grupo
desarticulado con otras redes dedicadas a la distribución en los
canales inferiores de venta de estupefacientes. En la operación
también se aprehendieron 3.400 euros, cuatro turismos, un equipo
informático con CPU, pantalla, teclado e impresora, una cámara de
vídeo digital y ocho teléfonos móviles.
El secretario de Estado explicó que se pudo determinar por la
policía que «era un acto de delincuencia organizada, había una
estructura importante, que lo que hacía era importar a través de lo
que se llaman correos humanos las sustancias desde Holanda, se
trasladaban a Madrid y aquí se distribuían al parecer sobre todo a
la zona de Andalucía, Valencia». Añadió que existía «una
organización perfectamente diseñada para conseguir no sólo la
importación de la sustancia sino también la distribución de la
misma».
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