El alijo es uno de los más grandes interceptados jamás en España.

EFE/R.S.
La holandesa Dahpne T., de 37 años, residía con su compañero sentimental, el ibicenco Emanuel Julien C.O., de 32, en un domicilio de la calle Can Jondal. La primera está considerada por la policía como la persona que supuestamente contactaba con los proveedores de la droga en los Países Bajos y quien se encargaba de guardar dentro del territorio nacional los éxtasis hasta que se daban los primeros pasos para su distribución.

La pareja ibicenca fue detenida en la isla junto con el norteamericano Christian S.G. y la puertorriqueña Janelle A.C., de 30 años. Ambos tenían domicilio en la calle San Simón de Madrid. La organización había asignado a ambos la obtención de viviendas, almacenes y vehículos que precisaba el grupo para sus negocios de narcotráfico.

Los cuatro sospechosos, al igual que los otro cinco arrestados en la denominada operación «Garaje», quedaron tras su detención directamente a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, quien investigaba desde hace cuatro meses la banda que se cree dirigida por José A.G., un madrileño de 33 años que bajo el alias de «Lechugo» oculta su verdadera identidad.

'Los Miami'
Dicha persona, además, está considerada como el antiguo líder de una conocida organización conocida como «Los Miami», que en la década de los noventa acaparaba la distribución de éxtasis en Madrid y en la costa levantina.

La policía se incautó en la localidad madrileña de Algete de la totalidad de los nueve kilos de éxtasis puro en polvo (unas 200.000 pastillas) que han supuesto el mayor alijo de MDMA intervenido alguna vez en España. Esta droga tenía como principal destino Sant Antoni.

La organización introducía desde Holanda y mediante «correos humanos» grandes partidas de sustancias psicotrópicas, fundamentalmente MDMA (éxtasis), en comprimidos y en polvo. Estas sustancias eran distribuidas posteriormente en Madrid, Valencia y Andalucía, a través de los canales inferiores de distribución hasta hacerla llegar a los consumidores, sobre todo en los lugares de ocio. El pasado día 21 se detectó que el grupo estaba preparando el envío de una partida de éxtasis a Eivissa, y se verificó que en la madrugada del día siguiente Alberto H. acudió al domicilio de José A., en Algete, donde recogió dos kilos de éxtasis y posteriormente se les entregó a Francisco S. (un «correo humano») en las inmediaciones del hospital de Móstoles (Madrid). En ese momento fueron detenidos Alberto H. y Francisco S. y en el registro en el domicilio de Algete se incautaron otros siete kilos de éxtasis puro en polvo.

Continuando con la operación, el pasado día 22 fueron detenidos en Algete José A.G., alias «Lechugo», de 33 años; en Móstoles, Alberto H.H., de 36, y Francisco S.L., de 33; en Madrid, Luis Miguel D.C.O,, alias «El Patas», de 34. En Eivissa, la holandesa Daphne T., de 37; Emanuel Julian C.O., de 32; Cristian S.G., nacido en Estados Unidos, y Janelle A.C., de 30, nacido en Puerto Rico, aunque estos dos últimos con pasaporte holandés y belga. Por último, en Barcelona fue detenido el italiano nacionalizado español Claudio N., de 27, que fue puesto en libertad tras prestar declaración.

La policía realizó tres registros, en Madrid, Móstoles y Algete, en los que ha aprehendido los nueve kilos de MDMA (éxtasis) en polvo que resulta contener más del 90 por ciento del principio activo. Esto supone que superaría las 200.000 pastillas una vez en el mercado ilícito, ya sea en comprimidos o cápsulas.

El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, dijo que «la policía ha conseguido salvar la vida de muchos jóvenes» con la incautación de la mayor cantidad de éxtasis intervenida en España, nueve kilos, en una operación en la que ha detenido a nueve personas. Camacho comentó que «es la operación más importante que ha hecho la policía hasta este momento» contra esta droga. Destacó que «hay que tener en cuenta que se han aprehendido nueve kilos de MDMA, lo que se denomina éxtasis, y esa cantidad podría dar lugar a la creación de 200.000 pastillas de esa sustancia». Fuentes policiales precisaron que incluso si las pastillas se hubieran elaborado con menos pureza podrían haber alcanzado la cifra de medio millón.

La Policía sigue investigando las conexiones del grupo desarticulado con otras redes dedicadas a la distribución en los canales inferiores de venta de estupefacientes. En la operación también se aprehendieron 3.400 euros, cuatro turismos, un equipo informático con CPU, pantalla, teclado e impresora, una cámara de vídeo digital y ocho teléfonos móviles.

El secretario de Estado explicó que se pudo determinar por la policía que «era un acto de delincuencia organizada, había una estructura importante, que lo que hacía era importar a través de lo que se llaman correos humanos las sustancias desde Holanda, se trasladaban a Madrid y aquí se distribuían al parecer sobre todo a la zona de Andalucía, Valencia». Añadió que existía «una organización perfectamente diseñada para conseguir no sólo la importación de la sustancia sino también la distribución de la misma».