En la aeronave, un Boing 737 de EasyJet, viajaban 124 pasajeros y cinco tripulantes.

No se produjeron heridos y ni siquiera fue necesario cerrar la única pista del aeropuerto pitiuso. El avión despegó a las ocho de la tarde del sábado rumbo a Londres y media hora después regresó a Eivissa. Los técnicos no encontraron averías.Un avión repleto de pasajeros que acababa de despegar del aeropuerto de Eivissa tuvo que dar la vuelta y regresar a origen debido a que el piloto advirtió que de la cabina de mandos se desprendía olor a quemado. Finalmente, todo se quedó en un susto. No hubo heridos y ni siquiera fue necesario cerrar la única pista del aeropuerto de Eivissa tras el aterrizaje de emergencia.

Se trata de una aeronave Boeing 737 de la compañía de bajo coste EasyJet, que despegó de Eivissa rumbo a la capital británica con 124 pasajeros y 5 tripulantes a bordo. Según fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), el avión despegó a las ocho de la tarde del pasado sábado y tomó tierra de emergencia una media hora después.

Al parecer, el avión tomó tierra con total normalidad, según Aena, y después se dirigió a la zona de seguridad del aeropuerto destinada a las emergencias, donde los equipos de seguridad se encargaron de ayudar a desembarcar al asustado pasaje y después los técnicos revisaron a fondo la aeronave.

Según Europa Press, algunos de los pasajeros han podido volar ya hacia su destino en otros aviones y los restantes permanecían en el aeropuerto a la espera de poder plazas libres asientos en otros vuelos. En el caso de que no se localicen vacantes suficientes en los vuelos que se dirigen esta noche hacia Londres, la compañía EasyJet ha previsto fletar un avión para recogerlos y llevarlos a su destino.

A lo largo de la presente temporada turística se han producido varios incidentes en el aeropuerto de Eivissa, ninguno de ellos graves. El pasado 23 de mayo, una azafata encontró una nota en el interior de un avión, lo que se interpretó como una amenaza y fue la causa de que los especialistas de la Guardia Civil tuvieran que revisar toda la aeronave, equipaje incluido, hasta asegurarse de que no existía ningún peligro.