A.J.T.C., de 35 años y vecino de Santa Eulària, fue llevado ayer a la planta de Psiquiatría de Can Misses para que fuera tratado del cuadro psicótico que padecía después de durante la mañana la Guardia Civil le entregara en el juzgado por acosar e intentar meter en un coche contra su voluntad a una joven de 20 años que persigue desde hace más de un año porque, según su declaración, se siente fuertemente atraído por ella y quiere que sea su novia.

El acusado se reconoció autor de los hechos que se le imputaban y aceptó en un juicio rápido por coacciones una condena de nueve meses de prisión, pena que quedará en suspenso siempre y cuando siga el tratamiento médico que los facultativos le indiquen y no rompan la orden de alejamiento que pesa sobre él.

El sospechoso, precisamente, fue puesto en busca y captura hace diez días después de que incumpliera un mandato judicial que le prohibía desde hace un año acercarse a la afectada. Está, además, denunció que el pasado día 21 de junio tuvo que soportar cómo A.J.T.C. volviera acosarle cuando se encontraba en las cercanías del instituto de Santa Eulària. La chica relató a la Guardia Civil que el mismo individuo que le hacía guardias tanto en su domicilio como en su puesto de trabajo no sólo había vuelto a las andadas sino que también había intentado convencerla a la fuerza para que se fuera con él en un coche de su propiedad. Según su relato, el sospechoso se acercó a ella cuando paseaba junto al instituto sobre las diez de la mañana. Tras cogerla del brazo y asirla fuertemente intentó que entrara dentro del vehículo. La víctima pudo liberarse y salir corriendo. El acusado estuvo desde entonces ilocalizable. Las investigaciones llevadas a cabo por a Guardia Civil desde que se cursó la denuncia dieron sus frutos el pasado martes y tras ello se detuvo a A.J.T.C. La condena que se le impuso ayer conlleva también que éste no pueda comunicarse o aproximarse en una distancia de 200 metros a la víctima ni a la familia de ésta en el plazo de tres años.