El juzgado ha archivado por completo las actuaciones judiciales que
se abrieron en su día después de que a principios del pasado mes de
mayo agentes de la Guardia Civil desplazados desde Madrid
detuvieran en Eivissa a un compañero al que acusaron de traficar
con drogas.
Las escuchas telefónicas llevadas a cabo por los agentes de Madrid,
iniciadas posiblemente tras recibirse una información que acusaba
directamente al guardia, derivaron en sospechas sobre su persona.
En una de estas conversaciones telefónicas, un amigo del anterior
le dijo que tenía algo para él y las conjeturas que se derivaron de
esta escucha precipitó la llegada de los guardias de Madrid a la
isla. El agente de Eivissa y su confidente fueron apresados el día
1 de mayo cuando ambos se entrevistaban en un coche.
El sobreseimiento de la causa ha tenido lugar ante la ausencia
de algún indicio que evidenciara que el entonces sospechoso pudiera
llevar a cabo actividades ilegales o se estuviera lucrando mediante
negocios relacionados con las drogas. La decisión judicial es firme
en tanto en cuanto, pasado el plazo para presentar alegaciones, no
ha sido recurrida.
El guardia afectado por esta investigación, un agente con
numerosas condecoraciones, veinte años destinado en unidades
antidrogas y una hoja de servicios policiales completa con
reconocimientos en misiones nacionales e internacionales, se
encuentra ahora mismo de baja psicológica por lo ocurrido.
Éste estaba llevando a cabo un contacto con uno de sus
confidentes en Sant Antoni cuando tuvo lugar su arresto. El propio
agente había detectado desde hacía tres días la presencia de
vigilancia sobre su persona. Todo ello, precisamente cuando seguía
una pista para intentar interceptar un envío de cocaína a la isla,
motivo por el que había concertado una cita con el confidente que
también fue detenido en la operación interna de la Guardia Civil,
según lo declarado en la causa.
El confidente, un vecino de la bahía con problemas de
toxicomanía y que ha sido ingresado dos veces en Can Misses por
heridas de arma de fuego [una de ellas de bala], dio dos papelinas
de cocaína al guardia sin que de antemano supiera que éste último
portaba también 20 gramos de esta sustancia. Según el testimonio
coincidente de ambos ante el juez, [tras pasar una noche detenidos
sin más explicaciones antes de ser puestos a disposición judicial],
el confidente le había pedido al agente que analizara la calidad de
la droga que tomaba y de paso supiera lo que se estaba moviendo en
el 'mercado'. Éste último también se reconoció único poseedor de
los 20 gramos decomisados y desde el principio afirmó que eran para
su autoconsumo.
El guardia, pese a todo, fue puesto ante el juez acusado de
omisión por no perseguir un delito, cohecho y salud pública. Al
mismo tiempo se hicieron sendos registros domiciliarios en una
tienda y en un domicilio de Eivissa propiedad de una tercera
persona. Los dos resultaron negativos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.