La policía ha detenido en varias ocasiones a la acusada.

La acusada, una mujer de unos 25 años hasta hace poco vecina de ses Figueretes y quien confesó durante la causa que está dispuesta a hacer lo necesario por mantener una relación, ha sido condenada a 7 meses de prisión por un delito probado de malos tratos. La pena será sustituida por la expulsión del territorio nacional durante diez años.

La responsable de esta sentencia, la magistrada encargada del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, aclara que, de acuerdo con lo que dispone el artículo 57 de L.O. 4/00 de 11 de enero sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, la expulsión sólo se paralizará si la misma supusiera un alto riesgo para el embarazo. La relación de la pareja concluyó oficialmente hace tres meses. El denunciante, quien desconoce si el hijo que espera la acusada es suyo, realiza continuas visitas los juzgados para denunciar el acoso continuo que sufre por parte de su ex novia, sobre quien pesa una orden de alejamiento y cuyo incumplimiento motivó su arresto. La joven perdió los nervios el día 10 de abril tras una discusión el coche y, ya en la casa, donde el denunciante le dejaba dormir para que no quedara en la calle, le atacó clavándole un destornillador en el abdomen que le causó heridas leves.

Por otra parte otro juzgado ha dictado dos fallos absolutorios por malos tratos. El primero se refiere al caso de una inmigrante que denunció a su pareja, vecino de Sant Antoni, al poco de dar a luz. La sentencia recoge la falta de un testimonio coherente de la mujer. Este mismo argumento apoya el fallo por el que se absuelve al alemán que días atrás fue juzgado con otros dos hombres de maltratar y echar de casa, vejándola, a su novia.