De confirmarse esta hipótesis se daría un vuelco en la
investigación pues las pesquisas se centran en que la agresión que
acabó con la vida del aficionado se había producido por motivos
deportivos. Fuentes de la investigación aseguran, no obstante, que
por el momento se desconoce el móvil de la muerte de Clara Castro
-novia del aficionado asesinada el pasado martes- y que no se
descarta ninguna de las líneas de investigación abiertas, entre
ellas la conexión de ambos crímenes por motivos de drogas.
Manuel Ríos falleció el pasado 7 de octubre, tras ser agredido
por un grupo de jóvenes radicales del «Riazor Blues», cuando salió
supuestamente en defensa de un menor al que estaban pegando. Al
identificarse como deportivista, sus agresores dejaron de pegarle y
le dejaron tirado, en las inmediaciones del estadio San Lázaro, en
Santiago de Compostela, y después falleció. La autopsia reveló que
Ríos, de 31 años, falleció de una patada que le reventó el
bazo.
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