El sospechoso, un joven ibicenco de 19 años identificado como C.T.T. y quien formaba parte del medio millar de estudiantes que el pasado día 22 recorrieron las calles de Eivissa protestando por la nueva política lingüística del Govern, reconoció haber prendido fuego a la bandera española cuando la policía lo puso a disposición judicial. C.T.T. fue seguidamente juzgado en un juicio rápido y aceptó como condena el pago de una multa de 252 euros (1,20 euros durante siete meses).

Una buena parte de los asistentes a la manifestación, incluida la organización, criticó abiertamente en el mismo lugar de los hechos la acción que ahora ha reconocido C.T.T.

La policía trataba de localizarle desde que el estudiante lograra escaparse cuando los agentes que cubrían la manifestación procedían a identificarle. Todo esto, al observar previamente cómo se quemaba la insignia. Dicha acción tuvo lugar cuando el acusado, en el transcurso de la manifestación y a la llegada de la cabeza de ésta a las inmediaciones del colegio Joan XXIII, se subió a un paso a nivel y comenzó a prender fuego a la bandera. Los policías lograron capturarle instantes después. Él sospechoso, sin embargo, logró huir a aprovechando el tumulto, según Comisaría.

La detención de C.T.T. tuvo lugar al mediodía de anteayer en la calle Aragón. El arresto se produjo cuando los agentes que intervinieron en el incidente le reconocieron, procediendo a su captura por un delito de ultraje a España.

El Código Penal, en su artículo 543, recoge que «las ofensas o ultrajes de palabra, por escrito o de hecho a España, a sus Comunidades Autónomas o a sus símbolos o emblemas, efectuados con publicidad, se castigarán con la pena de multa de siete a doce meses».