Un residente magrebí de Santa Eulària y con más de tres años de estancia en la isla ha interpuesto una denuncia ante el juzgado de Instrucción número 4 en el que asegura que fue víctima de distintas vejaciones y humillaciones en el retén de la Policía Local tras sufrir un control de Extranjería. El denunciante involucra hasta nueve agentes en lo que afirmó había ocurrido en las dependencias municipales e incluso atribuye responsabilidades a una persona que identificó como jefe de la policía. Este periódico intentó ayer contrastar esta información con el jefe de la Policía Local, Jesús Fernández, pero un agente del retén afirmó que el responsable policial prefería no hacer ningún tipo de declaraciones sobre el la denuncia de cuyo contenido le informó este periódico indirectamente. La denuncia señala que los supuestos hechos ocurrieron en la tarde del pasado martes cuando el magrebí, que iba a acompañado de un amigo, fue abordado en la calle del Mar y se le pidió la documentación. Al no llevarla encima fue trasladado al retén de la Policía Local. Según su versión de los acontecimientos, y sin haberse resistido, allí recibió «puñetazos, patadas y bofetadas por todo el cuerpo». La denuncia relata que todo empezó a ir mal -siempre según esta versión que no ha podido ser contrastada-hasta que recibió una primera agresión por un «policía joven de esta temporada» y luego se le dejó en calzoncillos. El magrebí asegura que ahí soportó una nueva retahíla de golpes siendo testigos el resto de agentes sin que éstos hicieran nada. Durante este tiempo afirmó que también escuchó insultos como «moro de mierda» y amenazas de lo que pasaría si lo veían en la calle. Luego fue trasladado a la Guardia Civil y a Comisaría, donde quedó retenido un día sin ningún nuevo problema.