«Dime cuál es la situación y a dónde tiene que ir la embarcación». Fue uno de los muchos mensajes que se oyeron en los intercomunicadores utilizados por Cruz Roja para coordinar el rescate simulado de cuatro personas naufragadas ayer tarde en el islote de Escull Dorat tras estrellarse su barco contra las rocas.

Fue a las seis de la tarde, y en pocos minutos el acantilado de sa Penya y sus aguas se llenaron de miembros de Cruz Roja que, en sus distintas especialidades, participaron en este ejercicio combinado. En algo más de media hora los tres supervivientes eran evacuados por las ambulancias. El simulacro se inició después de que se recibiera el aviso del accidente y se activara un dispositivo que movilizó por mar a dos barcos con personal sanitario a bordo, uno con submarinistas, y a una moto acuática. Desde tierra se intervino con el apoyo del equipo de montaña, que bajó con cuerdas por el acantilado, y con el personal de las ambulancias. Los socorristas se echaron al aguas después de que se constatara que dos de los accidentados, con múltiples lesiones, habían llegado a nado hasta la rocas que hay bajo la calle de la Virgen. Al mismo tiempo la dotación de una moto acuática asistía a un tercer tripulante que quedó junto al islote. Mayores problemas hubo para encontrar a la cuarta víctima. Los submarinistas dieron con él (simulado con un muñeco) tras rastrear los fondos cercanos al islote. Todo el ejercicio previsto para el puerto concluyó en la Dársena de Levante después de que las dos embarcaciones que intervenían llevaran a los heridos hasta las ambulancias.