La Guardia Civil detuvo ayer a J.P.C.L., de 35 años y vecino de
Boadilla del Monte, como presunto autor de la muerte, en su
domicilio, de la joven E.N., natural de Sierra Leona y de 22 años,
cuyo cuerpo apareció descuartizado el pasado lunes en varios
contenedores de basura en esta localidad madrileña. Fuentes
próximas a la investigación apuntaron que el detenido podría ser un
empresario que actuó bajó la influencia del alcohol después de
contratar los servicios de la joven, quien ejercía la
prostitución.
El asesino mató a su víctima en su domicilio y posteriormente la
trasladó a la zona donde fue hallado el cadáver descuartizado en
bolsas de basura y en cuatro contenedores de la calle Alberca de
Boadilla. Fuentes de la investigación señalaron que las compañeras
de la joven descuartizada, que formaba parte del plan de prevención
contra el VIH, anotaron el número de matrícula del coche del
presunto autor del homicidio, algo habitual cada vez que alguna de
ellas subía al vehículo de un cliente.
Este dato sirvió a los agentes de la Guardia Civil para
identificar al presunto autor del homicidio, ya que, según las
citadas fuentes, «no tomó ninguna precaución» en el momento de
apalabrar los servicios de la joven. La detención del vecino de
Boadilla descarta las primeras hipótesis que apuntaban a que el
crimen había sido perpetrado por alguna banda organizada o con el
objeto de realizar un «rito satánico».
Un antiguo empleado municipal de Boadilla fue el primero que
encontró el pasado lunes por la tarde la cabeza de la mujer dentro
de una bolsa de basura en un contenedor de la calle Alberca de la
localidad madrileña cuando iba a depositar una bolsa con
desperdicios. En uno de los contenedores apareció también un bolso
de la víctima con varios preservativos lo que hizo sospechar a los
investigadores de que la mujer podría ejercer la prostitución.
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